[Capítulo 3] La tragedia que forjó mi determinación para convertirme en Diseñador de Producto

[Capítulo 3] La tragedia que forjó mi determinación para convertirme en Diseñador de Producto

El camino hacia ser Diseñador de Producto no me ha resultado nada fácil y, en este capítulo, detallo el que ha sido, hasta día de hoy, el momento más duro de mi vida y en el que se forjó a fuego mi personalidad y determinación por conseguir el sueño de ese niño que soñaba con hacer "dibujitos en el ordenador".

Tras la conversación con mi madre en la que le instaba de manera tajante a buscar un camino diferente de cara a mi futuro al que ella tenía concebido para mí. Me fuí de viaje de fin de curso con mi colegio. En aquella maleta llevaba todas las ganas de divertirme, muchas incertidumbres en cuanto a mi presente académico y una gran determinación en cuanto a lo que me quería dedicar cuando fuera mayor.

La principal característica de un Diseñador de Producto

Recuerdo en aquel viaje conversaciones con amigos en las que les intentaba explicar aquello que tanto me apasionaba en un lenguaje que ellos pudieran entender. Recuerdo con mucho cariño una pequeña metáfora que se me ocurrió por aquel entonces que, viéndolo con perspectiva, explicaba muy bien aquello que había dentro de mí y me movía.

Les explicaba a mis amigos, os imagináis que, tu empezases a jugar a un videojuego y el personaje simplemente fueras tú... y basándose en las decisiones que vayas tomando, el videojuego se transforme en el mejor juego posible de deporte, aventura o lo que quiera que sea que a tí te apasione. Eso es lo que yo quiero hacer, poder crear cosas adaptadas a lo que cada uno quiera y necesite. Supongo que, con estas visiones retrospectivas es con las que uno se da cuenta de que estaba destinado a ser quien es a día de hoy.

De hecho, de aquella metáfora he aprendido algo. Si tuviera que destacar, a día de hoy, el aspecto más relevante a tener en cuenta de cara a ser Diseñador de Producto es la empatía. Para dedicarte a esta profesión, se requieren muchas habilidades de las que ya detallo en los post del blog pero, si una sobresale por encima de todas esa es la empatía. Para ser un buen Diseñador de Producto tienes que tener una capacidad enorme para empatizar con las diferentes partes que intervienen en cada proyecto pero, por no desviarnos del tema, esto lo puedes leer en este otro post.

Contando mis ideas desde niño

Tras este pequeño paréntisis, volvamos a la conversación con mis amigos. Recuerdo que, en aquellos tiempos, los videojuegos empezaban a ser cada vez más elaborados y, lo que yo les decía a mis amigos era que, más allá de hacer dibujitos para esos videojuegos, lo que me gustaría acabar haciendo es que cada videojuego se adaptase a los gustos de cada una de las personas que jugasen al juego. 

Me miraban bastante raro cuando les comentaba esta idea pero aún así, yo seguía intentando hacerles entender "imagínaros que Bruno y Javi os compráis el mismo videojuego, pero a tí Bruno, te gusta el baloncesto y a tí Javi, te gusta el fútbol. El juego debería de ir evolucionando en base a vuestras decisiones a ser un FIFA o a ser un NBA Live (NBA2K de la época) ¿entendéis?".

Recuerdo cómo en mi cabeza lo veía meridianamente claro y, a día de hoy, creo que el ejemplo de aquel niño soñador explicándole a sus amigos lo que me movía por dentro sigue siendo un gran ejemplo de lo que, para mí, es un Diseño de Producto, lo que implica la innovación y cómo uno se siente un ser extraño cuando le cuentas a otros tus ideas y, lo que es ese ejercicio de empatía sobre dimensionado que tiene que hacer cualquier persona que se quiere dedicar a esto ya que, tienes que ser capaz de lidiar con las necesidades de otros muchos y ser capaz de enmarcar las ideas dentro de dichas necesiades.

Volví de aquel viaje con un saco de experiencias y un montón de años de vida fomentados por las risas con mis amigos. Risas que tornarnon en lágrimas una semana después.

El accidente que cambió mi vida

Mientras bajaba con toda mi familia a pasar unos días a la casa de la playa, sufrimos un trágico accidente de coche en el que, mi mayor referente, mi Madre, falleció... El resto de mi familia sobrevivió pero todos quedamos marcados desde aquel día tanto en lo psicológico como en lo físico.

No quiero a extenderme en esta desgracia, pero es necesario entender a lo que me refiero cuando digo que, esta circunstancia, marcó el resto de mi vida y cimento quién soy hoy en la vida y también en mi trabajo. En ese momento el mundo se me vino abajo, aún recuerdo estar en Torre Cárdenas el hospital de Almería y como mi hermana Bea me daba la noticia. Aún siento el dolor tan grande que sentí en aquel momento y, aún a día de hoy, más de 20 años después, me emociono mientras escribo estas palabras y recuerdo aquellos momentos. "Soy un niñato y ahora ¿qué voy a hacer ..?" le repetía a mi hermana.

¿Cómo transformar el dolor en determinación?

Aquellos momentos fueron durísimos pero los sigo teniendo igual de presentes hoy, día a día recuerdo aquello y cómo me sentí. En lo emocional me invadía el dolor y la incertidumbre. En lo físico, mi brazo me dolía horrores y mi pierna izquierda me impedía moverme con facilidad (y gracias) en lo racional mi cabeza comenzó a cambiar.

Me sentía culpable por el hecho de que mi madre se hubiera ido de este mundo siendo consciente de que a su hijo le iba mal en los estudios y, con la más que normal preocupación sobre mi futuro. Pero fue, de ese sentimiento, de donde saqué aún más fuerza para salir adelante y llegar a ser lo que me propuse ser cuando era un niño lleno de sueños que tenía, desde ese momento y hasta día de hoy, el deber y la obligación de honrar a quien tanto se preocupó por dármelo todo.

¿Qué se necesita para ser innovador?

Sobre Mi
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Historia
2024-02-06
David Muñoz Guardia
David Muñoz
Experto en Diseño de Producto e Innovación con más de 20 años de experiencia, aplicando el Design Thinking y la creatividad para lograr resultados de negocio.

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