Design Thinking: una herramienta creativa para solucionar problemas
El Design Thinking es mucho más que una metodología de diseño creada para diseñadores. De hecho, a mí me gusta decir que el Design Thinking va más allá y es, para mí, una filosofía que propone una forma de pensamiento enfocada en la creatividad y en la que, a través de la empatía, podrás resolver problemas reales mientras avanzas impulsado por la innovación y el desarrollo de soluciones efectivas en una amplia variedad de contextos.
Pero bueno, más allá de mi visión, en este post vamos a intentar explicarte qué es el Design Thinking, cómo funciona y por qué se ha convertido en una herramienta imprescindible para todos aquellos que quieren hacer crecer sus proyectos y sus empresas.
¿Qué es el Design Thinking?
El Design Thinking está concebido para centrarse en la resolución de problemas por y para las personas y pone especial énfasis en la empatía, la colaboración y la experimentación. Esta filosofía, se basa en la idea de que para encontrar soluciones efectivas a los desafíos, es fundamental comprender a fondo las necesidades y perspectivas de las personas involucradas y, es por eso, que para poder aplicar esta metodología hay una serie de fundamentos y principios esenciales que lo hacen único y efectivo. Estos principios son:
Empatiza con tu público
El hecho de empatizar con nuestro público es, sin duda, la mayor fuente de inspiración posible de cara a plantear soluciones creativas e innovadoras.
El primer paso del Design Thinking es ponerse en el lugar de las personas para las que se está diseñando ya que, esto, nos ayudará a comprender sus necesidades, deseos ocultos, puntos de dolor, desafíos y expectativas. En este sentido, es fundamental entender ¿para quién vamos a construir nuestra solución?.
Si no nos hacemos esta pregunta, será bastante complicado ponernos en los pies de esas personas y esto, nos impedirá ser capaces de evaluar si nuestras propuestas de solución encajan con los problemas reales de nuestros usuarios.
Si te es difícil empatizar con tus usuarios y todo te parece muy difuso puedes utilizar herramientas como los mapas de empatía que, básicamente, plantean una manera estructurada de canalizar toda la información que recojas de tus usuarios. Coloca al usuario en el centro y recaba información sobre ¿qué dicen? ¿qué hacen? ¿qué oyen? o ¿qué piensan? y extrae los resultados de toda esa información que has recopilado.
Planteamiento del problema
Una vez hayas empatizado con tus usuarios es muy importante que seas capaz de definir de manera clara el problema que hayas detectado.
La definición del problema es un aspecto de gran relavancia para cualquier proyecto. Ten en cuenta que, en base a cómo definas el problema, las soluciones que aporte el equipo que esté trabajando en el solución van a ir orientadas en una dirección u otra. Te explicaré esto tirando un poco de historia.
Una de las frases más célebres de Gerarld Ford (fundador de Ford Motor Company en 1903) fue "Si le hubiera preguntado a la gente qué quería, me hubiesen dicho que caballos más rápidos".
A poco que analices la frase verás que, el problema que detectó el señor Ford era que las personas de aquel entonces querían poder desplazarse de un sitio a otro en menos tiempo pero, debido a la realidad de la época, la forma de transmitir la necesidad hubiera sido sobre algo conocido.
Definición de retos
Una vez detectado el problema el Design Thinking te ayudará a definir retos sobre los que plantear soluciones.
En mi experiencia te diré que, la definición del reto es el aspecto más importante de cara a abordar cualquier proyecto. Ten en cuenta que dependiendo de cómo definas el reto marcarás la línea de pensamiento para la fase de ideación.
Siguiendo con el ejemplo del señor Gerald Ford y te mostraré dos formas diferentes que se me ocurren de definir el reto que pretendía abordar Don Geraldo:
- ¿Cómo podemos hacer que los caballos corran más?
- ¿Cómo podemos hacer que la gente llegue antes a los sitios?
Dejo a tu criterio cuál de estas formas es la más oportuna a la hora definir el reto... pero, lo que te quiero transmitir es que, en esencia, el cómo definas el reto es uno de los activos estratégicos más importantes en todo lo que tiene que ver con el Design Thinking y el diseño de productos y servicios ya que, ese reto marcará la hoja de ruta de tu proyecto por lo tanto, no lo subestimes.
Ideación y creatividad
Sin lugar a dudas esta es la fase divertida del proceso. Aquí es donde hay que ser creativos a la hora de aportar soluciones al problema detectado y al reto planteado. En esta fase tienes que permitirte soñar, no sé si habrás decidido qué reto de los que te planteaba para el señor Ford era más factible.
Me gustaría estar en tu mente y saber si has decidido ponerle alas a los caballos o crear un motor de combustión, cubierto por una carrocería y dirigido por un volante conectado a cuatro ruedas pero, esta es la fase en la que tienes que permitirte a tí y a tu equipo soñar un poco y plantear soluciones al problema.
Prototipado y pruebas rápidas
Un aspecto fundamental de Design Thinking es el planteamiento de prototipos que permitan evaluar las ideas de manera rápida.
En la creación de estos prototipos también hay que aplicar una alta dosis de creatividad ya que, se pueden hacer prototipos de baja fidelidad que nos permitan extraer aprendizajes de una manera rápida y económica.
El objetivo fundamental de los prototipos es evaluar si lo que nos estamos planteando es lo que quiere el mercado o lo que tiene sentido que hagamos.
Cuenta la historia que cuando Steve Jobs (Co-fundador de Apple) estaba creando el primer iPod, se obsesionó con que fuese lo más pequeño posible. Al ver el primer prototipo que le plantearon los ingenieros el tío Steve no lo veía del todo claro y les instó a reducir las dimensiones del aparato. Los ingenieros, al parecer, no lo veían del todo claro y le comentaron que no era posible hacerlo sin perder funcionalidades.
Pues bien, fue entonces cuando Steve cogió el prototipo y lo tiró a una pecera. Mientras el iPod se hundía, unas pequeñas burbujas empezaron a emerger hacia la superficie a lo que el señor Jobs comentó "Esto son burbujas de aire, lo que significa que hay espacio dentro. Hazlo más pequeño"
No sé si hay que ir ahogando iPods por el mundo, pero de lo que no hay duda es que ese prototipo permitió a Steve y a sus ingenieros aprender muchas cosas.
Iteraciones continuas
Itera continuamente, revisita cada una de las fases del proceso y plantea soluciones nuevas basándote en los resultados y descubrimientos que te vayas encontrando en el camino.
Rara vez se da con la solución a las primeras de cambio pero, lo que si te proporciona el Design Thinking son una serie de herramientas y una mentalidad que te permite refinar tus ideas hasta dar con la clave que haga que tu proyecto o negocio funcionen y aporten valor a tus clientes.
Aplicaciones del Design Thinking
Esta metodología surgió en Silycon Valley y se lleva aplicando a nivel empresarial desde los años 80 en una amplia variedad de contextos:
- Diseño de productos y experiencias de usuario.
- Desarrollo de servicios y procesos empresariales.
- Resolución de problemas complejos.
- Innovación en empresas y startups.
- Diseño de estrategias de marketing y comunicación.
- Mejora de la educación y el aprendizaje.
- Diseño de políticas públicas centradas en el ciudadano.
Empresas que conoces como Apple, Airbnb que forman parte de tu día a día y a las que tienes acceso a través de un click en tu teléfono móvil se han cimentado en esta filosfía para construir sus productos y servicios.
Pero no sólo empresas tan reconocidas y tecnologícas han utilizado esta metodología. Otras como pueden ser La Opera de San Francisco o El hospital de niños de Pittsburg también han innovado gracias al Design Thinking.
En resumen
El Design Thinking es una poderosa herramienta que fomenta la creatividad, la empatía y la colaboración para abordar los desafíos más complejos y encontrar soluciones efectivas. A través de su enfoque centrado en las personas y su proceso iterativo, el Design Thinking ha demostrado ser una metodología versátil que puede utilizarse en una amplia gama de campos y sectores. Ya seas un emprendedor, jefe de proyecto, experto ingeniero o el CEO de tu empresa, el Design Thinking puede ayudarte a desbloquear tu creatividad y abordar problemas de manera innovadora permitiéndote alcanzar tus objetivos y construir valor teniendo en cuenta a tus usuarios.